la obra.
Obra teatral llevada a escena por primera vez en 1962. El tema tratado son los eventos de índole económicos en que se ven envueltos los personajes del fabuloso mundo de las finanzas.
Su estilo es satírico y de crítica mordaz, en el sentido que muchas veces estos negocios se realizan, en un nivel de intercambios de palabras, pues carecen de un sustento material ya que no hay créditos ni capitales y detrás de éstos sólo existe una posición social que los hace funcionar.
Según el autor los hombres de negocios son asalariados que sabiendo motivar a los que verdaderamente tiene el dinero lo ponen a su disposición Obedot es un personaje de este corte y aunque exhibe muchos defectos también lo acompañan virtudes entre la que se menciona la forma elegante en que inmoviliza a sus acreedores.
Obedot diariamente incrementa las deudas no los intereses, pues cree firmemente que es una forma de fabricar dinero. Según él “el día en que fue inventada la moneda no se hizo otra cosa que emprender la más grande y universal estafa” y así él es un miembro más de los innumerables que se encargan de poner en práctica esta verdad.
El estudiante Castro le amarga su intensa vida, al enamorarse de Pitusa, su hija, el único bien que no está enajenado a segundos. Castro para definir claramente la situación reúne a todos los acreedor es y falsos ricos denunciando la verdadera naturaleza del prototipo del ejecutivo moderno y en este aparte vemos de paso el estilo sarcástico de la obra:
“Esta casa está construida sobre cimientos de pagarés y con paredes de vencimientos, con techos de pignoración, con muebles de protestos, con luz de desalojos, y en ella se comen sopas de finanzas, guisos hipotecarios y postres a plazos, quizá mañana, tal vez ahora mismo, se llevarán íntegramente los lujos y las ostentaciones que aquí relumbran”.
Verdad a la que Obedot no le presta mucha atención, pues cundo llegue la ruina recomenzará de nuevo el ciclo de convencimiento de algún magnate o gerente de banco que en virtud del conocimiento detallado de aquel mundo lo refinanciará y de esta forma cancelará sus deudas e incluso ganará más dinero.
Obedot es pues un retrato fiel del pícaro moderno que se empotra en gigantescas empresas, pareciendo una figura de mucha solidez pero que adolece de sentar sus bases en pisos movedizos, y que repentinamente se desmoronan como gigantescos colosos de barro, ya que el mundo financiero que representa opera sobre palabras y papeles.
Salazar Bondy, así, cuenta agudamente de la .farsa de la burguesía criolla.
Opinión Briggete Rivero: bueno se l recomiendo , aparte que me parecio una buena obra
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